¿En qué consiste un motor inverter?
Un motor
inverter es aquel que regula el voltaje, la corriente y la frecuencia de un electrodoméstico. De esta manera se puede prescindir de partes del motor.
Mientras que en los motores tradicionales la potencia entra en el motor sin control y provoca picos de subida muy grandes y valles muy pronunciados, en estos motores la potencia que entra se adapta al
momento de trabajo del motor.
Al regular el funcionamiento de un modo más preciso podemos conseguir una eficiencia mucho mayor. Esto repercute en el gasto energético de los electrodomésticos pero también
en su duración. Por eso los motores
inverter son mucho más estables.
No sufren
el desgaste de la vibración que acaba con los motores tradicionales y eso hace que los electrodomésticos duren más trabajando igual.
¿Cómo funciona un motor inverter?
Los motores
inverter regulan la potencia con la que trabaja el motor así que su arranque es más gradual y utilizan sólo el máximo de la potencia cuando esta es necesaria.
El esfuerzo que realizan es regulable y variable, es decir, no es constante, de este modo se usa la potencia justa. Son capaces de trabajar
un 30% por encima de la potencia media y
un 15% por debajo, de esta manera consiguen los resultados que se le piden pero sin un deterioro grande.
Los motores tradicionales trabajan
de forma progresiva, como un automóvil. Trabajan despacio al principio pero consumen mucha energía y van aumentando la velocidad y disminuyendo la potencia a medida que trabajan.
Los motores
inverter son capaces de
regular el trabajo atendiendo a las necesidades del momento. Fluctúan operando más en los momentos más necesarios y menos cuando no hace tanta falta.
¿Cómo mejoran el consumo?
Existen numerosos métodos para
ahorrar energía en nuestros hogares, la mayoría de las nuevas tecnologías aplicadas a los electrodomésticos tienen como objetivo la eficiencia energética y los motores
inverter no iban a ser menos.
Como hemos señalado, los motores tradicionales funcionan de manera muy similar a los de un automóvil. Su funcionamiento se basa en usar mucha energía inicial y después muy poca para luego volver a usar mucha.
De esta manera se generan valles de consumo pero también
unos picos de potencia muy pronunciados que, a la larga, provocan un ahorro menos eficaz y un deterioro importante en los motores. Los motores
inverter no funcionan así, como hemos señalado, y esto permite un ahorro de un 60% de energía con respecto a los motores normales.
Esto es importante de cara a determinar la
calificación energética de los electrodomésticos y, de esta manera, apostar por el medio ambiente mientras que reducimos nuestros gastos mensuales considerablemente.